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El ‘Tinder’ de el santo tantos alfileres clavados, tantas parejas

“Esto seri­a un folclore con su absurdo, No obstante a mi me funciono tras bastantes anos”, dice una de estas participantes en la habito de San Antonio de la Florida

Ni Tinder, ni citas a ciegas, ni realities. De dar con pareja, cientos sobre seres -la mayoridad mujeres, aunque desde hace unos anos Asimismo varones- van cada 13 de junio a meter la mano dentro de alfileres, San Antonio sobre La Florida mediante.

— Aprieta, aprieta, hija, que alguno posee que caer.

— Que no se quedan. ?Jo, que el anualidad ayer saque uno!

— ?Esta nunca va an atar este ano!

Al tercer desplazandolo hacia el pelo ultimo tanteo -las tradiciones poseen las normas-, a Paula, de 15 anos, se le han quedado cuatro alfileres prendidos en la mano. Su madre, Isabel Herrero, sobre 40, no lo consiguio las tres veces que estrujo la suya entre el semillero de alfileres en la pila sobre la ermita, colocada en la avenida de la circunstancia. “Yo soy de el barrio desplazandolo hacia el pelo vengo todo el mundo los anos de vida a ver si por fin consigo una cosa decente”, decia. Asi que el que ano que viene, otros 3 intentos.

Cuentan que las modistillas lanzaban al interior de la pila 13 alfileres para a continuacion posar la mano acerca de ellos. Al retirarla, la cantidad de alfileres que se quedasen clavados sobre la palma era el equivalente sobre la cifra de novios que tendrian durante ese anualidad. “Ahora igual que Ahora no Existen casi modistillas, puesto que las personas transaccii?n las alfileres desplazandolo hacia el pelo las echan a la pila ”, cuenta Virginia Rua, de 42 anos.

“Esto es un folclore con su absurdo, aunque a mi me funciono”, relata Maria del Mar. “Lo hice a lo largo de gran cantidad de anos y Jami?s me salia nada, desplazandolo hacia el pelo hace siete anos consegui a mi pareja debido al alfiler”, “Ahora vengo continuamente de conservarlo”, cuenta esta madrilena de 58 anos.

A su ala, las jovenes asi­ como no tan jovenes seguian a lo suyo. La que nunca lo conseguia A durante la reciente seguia apretando el conjunto una y no ha transpirado otra oportunidad. No paraban hasta llevarse uno prendido.

Se alcahueteria de una rutina popular madrilena. Comenzo en el siglo XIX. Lo que empezaron realizando las modistillas ri?pido se extendio a la totalidad de las jovenes asi­ como, ahora, Asimismo se han unido los varones. En el presente, se llena la pila sobre alfileres, lo que “multiplica” las probabilidades sobre encontrar a tu media naranja… El familia de esta folclore se remonta a un fenomeno atribuido a San Antonio sobre Padua en Roma, cuya forma cobro vida adentro sobre la iglesia de elaborar Canjear de idea a un joven que nunca se queria casar con su mujer. La intervencion de el santo hizo que el chico cambiase sobre parecer, recapacito asi­ como le pidio casamiento a su amada.

Claire vive en Miami desplazandolo hacia el pelo es estadounidense, aunque permite muchos anos caldo sobre vacaciones a Madrid y, justamente un 13 sobre junio, visito la ermita desplazandolo hacia el pelo metio su mano en la pila. Al poquito tiempo conocio a su consorte, un madrileno que la enamoro. Pasaron 30 anos juntos, Incluso que el novio murio. Actualmente Claire, sobre 57 anos, ha vuelto a Madrid en busca de un nuevo apego “Espero que el santo me vuelva a dar un novio”.

Mientras esperan su turno Con El Fin De meter la mano en la pila, un grupo de chulapos tocan asi­ como bailan al ritmo sobre una pianola. En el garbeo sobre San Antonio sobre la Florida, tenderetes improvisados venden cualquier tipo sobre mercancia con la imagen de el santo paquetes sobre 13 alfileres a cincuenta centimos, mecheros, dedales, estampitas, alternativa a pink cupid abanicos.

“Yo naci en San Antonio y mis padres se casaron en San Antonio y no ha transpirado el prometido me salio excesivamente mal aunque soy de la temporada sobre las que toca continuar aguantando, aunque me acabo sobre poner las alfileres otra vez”, dice Maite Gil, sobre 71 anos de vida. Con ella han venido 26 amigas mas desde Getafe para seguir con la tradicion. «?A la primera asi­ como me he hecho agravio!», grita Victoria Fernandez, sobre 65 anos. En esta habito se supone que si los alfileres duelen al clavarse, el apego va a ser bueno.

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